lunes, 27 de diciembre de 2010

Hoy sigo siendo tuya...*


Como un acorde musical, el acorde de un perfume contiene 4 esencias con notas cuidadosamente seleccionadas por su afinidad armónica. Cada perfume contiene tres acordes. Cabeza, corazón y fondo, que requieren doce notas en total. El acorde de cabeza contiene la primera impresión que dura unos minutos, antes de dar paso al acorde de corazón, la base del perfume que dura varias horas. Por último, el acorde de fono, el rastro del perfume, que dura varios días.

Los antiguos egipcios creían que sólo se podía elaborar un perfume verdaderamente original, añadiendo una nota más, una esencia final que se adueña de todo y domina a las demás.
Cuenta la leyenda que se hallo un ánfora en la tumba de un faraón y que al abrirla surgió de ella una fragancia después de tantos miles de años un perfume de una belleza tan sutil, y tan poderosa que, durante un simple momento  todos los habitantes de la Tierra, creyeron hallarse en el paraíso. Pudieron identificarse 12 esencias, pero la decimotercera, la más vital, jamás pudo determinarse.

Yo tuve esa decimotercera esencia, era ella, y puedo asegurar que duró un efímero instante y que cuando se fue también se fue mi alma...

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